Dudo mucho que a estas alturas de la película haya aún quien pueda verse sorprendido por la dureza de las rampas que conducen hasta las alturas que gobiernan la Majada del Tio Blas. Está claro que ir a la majada significa subir y subir, paciencia y ritmo lento. Pero también es sinónimo de una gran recompensa en forma de paisaje incomparable...
Después de tanto tiempo trabajando la 'media ladera' había no pocas ganas de alcanzar objetivos de
Hulk tuvo las suyas con los árboles |
Llegados al Raso del Pino en busca del sendero que desemboca en la cabaña, aún nos quedaba alguna sorpresa. Un neverín en plena bajada se alió con el vadeo de un par de arroyos y sendas tollas para añadir acicate a un tramo ya de por si accidentado...
Vamos salvando un obstáculo tras otro. Toda dificultad no sirve mas que para sacar la furia que nos empuja hacia delante. Todo esfuerzo que nos permite ganarle la partida a la montaña nos convierte en titanes que se superan a si mismos. He ahí el verdadero objetivo del MTB, esa es la gracia. Por eso podemos echar una mañana entera para recorrer 25 kms y volver con una sonrisa de oreja a oreja. No hay otro secreto.
llevo un año diciedo que me enseñéis la cabaña y nada de nada.
ResponderEliminarPero si esa no es la cabaña que tu querías ver... es otra! Ja,ja...
EliminarEl día que quieras venir a las kedadas, subimos donde prefieras...
Ah! Vete preparando porque también querías ir al Mortirolo, y el día se acerca....
La sede del Club queda un poquito a trasmano pero de todas maneras el sitio es una pasada. Muy buena cronica, sigue asi.
ResponderEliminarCalambres, no estaba pensada la ruta, surgió por el camino como casi todas. No te preocupes, tu di cuando quieres darte una paliza, y vamos pa´ya