Difícil
describir con palabras el estupor reflejado en los rostros de la pareja que me
encontré de frente en el sendero que baja del Chorro a La Granja. Esa mezcla de
sustazo e incredulidad en los ojos al ver bajar una bici por semejante camino...
Cómo explicarles que en peores andurriales que ése ya dejó rodada su huella mi
‘burrita’? Tampoco lo intenté; tuve bastante con advertir que detrás de mi
venía otro más… (Por si acaso no habían tenido suficiente… ja,ja…). Tan sólo
fui capaz de escuchar fugazmente eso de: “ver para creer…”
Anécdotas
aparte, lo importante del caso es que además de los domingos, muy transitados
últimamente, esta semana también dimos una vuelta entre semana.
Hacía
tiempo que no subíamos La Pedrona (por cierto que alguien me comentó que
ya se ha resuelto el contencioso que había pendiente). Una rutilla de esas
altamente agradecidas por la recompensa visual que con poco esfuerzo te llevas
en la mochila. Y es que la panorámica que ofrece desde el valle del Cambrones, pasando La
Atalaya, hasta el Montón de Trigo y Siete Picos es de lo mejorcito que puede verse.
Un
lujo al alcance de todos los públicos del que no fuimos únicos testigos. Nos
acompañaron en este viaje mogollones de pentatrillones de MOSCAS!!!! Parece
mentira, pero después de todo el agua caído el lunes las muy putas no sólo
seguían vivitas y coleando, sino que parecían aún más rabiosas que de costumbre…
Menos
mal que nos respetaron a la hora del avituallamiento frente a la cascada del
Chorro. Qué pena da con ese hilito de agua que cae!!
Después,
la consabida bajada (saludo a los viandantes incluido) hacia La Granja, y
regreso dando un rodeo por el Pontón y San Cristóbal que había que estar
prontito en casa. Una gozada!
Sólo
un aviso a navegantes: apuntadlo en vuestra agenda porque es una vueltecilla
con muchas posibilidades….
El
que avisa es un avisador…. No digo más!
Ruta bonita donde las haya.
ResponderEliminarLa pena fue que no llevara agua el Chorro por la belleza visual y por cruzarlo con la bici que siempre tiene su gracia.
Un lujo esta sierra nuestra.