El estado del carril bici nos hizo pensar al principio que no podríamos subir, pero poco a poco nos fuimos abriendo paso. La subida por la pista de la cueva del monje hasta pasar el puente de los quebrados, para bajar luego por la vereda de Navalonguilla (la que hicimos en la marcha de Valsain del año pasado).
Luego Zama nos guió por alguno de sus melonares....
Una salida superdivertida de las que crean afición
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